domingo, 13 de septiembre de 2009

Paraíso. (De mi diario personal)

En la tierra estamos condenados al tiempo,
atados, sujetos a vivir en el momento y orden
decididos por alguien más o, peor aún,
por absolutamente nadie.

En la tierra estamos, pero no siempre somos.
A veces fuimos o, quizá, seremos.
Vivimos extrañando o deseando ser.

Vivimos y vemos todo desde el interior de nosotros mismos.
Pocas veces logramos atravesar esa visión.
Nos asomamos al mundo por una ventana demasiado pequeña,
de por sí ya muy opaca.

Imagina al cielo, el paraíso,
como la liberación de todas esas condicionantes.
Fuera del tiempo, de los prejuicios,
del miedo y del rencor.

Imagina poder ver a cada uno, comprenderlo,
abrazarlo en su mejor momento.
Imagina descubrir una inmensa belleza radiante,
en cada persona que ha cruzado por tu vida.

Poder entender todas las razones,
poder perdonar todos los errores.
Y vernos tal y como somos, en plena libertad.

Felicidad,
más allá de nuestros límites,
fuera de cualquier precepto.


Miguel.