lunes, 28 de diciembre de 2009

Náufrago.

Una vez una tormenta me lanzó al mar.
Destruyó todo a su paso, mis ojos fueron lo primero.
Desperté seis meses después,
descompuesto, deshecho.

Naufragué al borde de un enorme continente.
Pero ni un día he dejado de extrañar mi isla...

Todos los días lanzo botellas al infinito,
con pequeños mensajes que sello con un suspiro.
E imagino que algunas flotan hasta muy lejos,
o que quizá tan sólo se hunden al borde de mis fuerzas.

Esperando, soñando con alguna respuesta
de aquella isla, mi hermosa playa secreta.

Sí, te sigo extrañando.



Miguel.

lunes, 21 de diciembre de 2009

- Mis hijas -

Cuando tenía once años, tuve 4 hijas.

Recuerdo que era casi el más alto de toda la escuela, y de los más fuertes.
Yo era un rebelde, un ojete, me gustaba incendiar cosas, escapar lejos en bicicleta, explorar terrenos baldíos, disparar mi rifle de municiones y cosas por el estilo...
Pero dentro de mi, era un niño pequeño, supongo que nunca dejé de serlo.

Tuve una infancia fabulosa, llena de aventuras, mucha imaginación y experiencias que me gusta recordar con todo mi cariño... pero otras que no tanto. También fué una época de mucha incomprensión, de sentirme fuera de todo y ver al mundo con cierto resentimiento.
Era el 'chico malo' casi siempre, sin querer serlo. Con mi chamarra negra y mis cortes de cabello raros/raperos (que luego incluían hasta las cejas), que me hacía con los rastrillos de mi papá.

Recuerdo a mi primer hija, era pequeñita y muy traviesa, desesperaba a todo mundo. Según entendí, tenía problemas porque su nueva hermanita la había reemplazado.
De algún modo nos hicimos amigos, siempre la cuidaba y le gustaba que la cargara
o la tomara de las manos para darle vueltas... Una vez, Paty (nuestra maestra), me dijo que yo era como un árbol y que a mi hija le encantaba vivir ahi trepada. Supongo que también tengo mucho de árbol y que tampoco he dejado de serlo.

A ella se le sumaron primero dos hermanas, y otra más al año siguiente.
No recuerdo gran cosa de la última, porque fué la hija que tuve por menos tiempo. Pero sí recuerdo al resto. Andábamos de aquí para allá en los recreos, mis hijas y medio kinder queriendo que los cargara y les diera vueltas... también recuerdo qué fué lo que vi en ellas, que me hizo 'adoptarlas'.

Quería protegerlas, jugar con ellas, escucharlas... quería darles el papá que yo quería para mi.
Una vez en una excursión el padre de una de ellas explotó en gritos regañando a la pobre niña, por una tontería cualquiera... ella quería ir conmigo en otra de las camionetas... ¿Cómo diablos alguien le grita así a un niño? Recuerdo asociar tanta indiferencia de sus papás con los míos. De ver en otra persona 'adulta' tanta incongruencia que yo aborrecía.

Con el resto del mundo yo era un golpeador, un majadero, gritón, vándalo, era bien gandalla... pero por dentro era lo opuesto, era un pequeño que necesitaba mucho a sus papás, esa era la forma como yo comprendía a mis hijas. Yo era un niño más jugando con ellas.

Después salí de la primaria y regresé al año siguiente, al festival navideño de la escuela. Mi primer hija ya no estaba, se había ido muy lejos a vivir con una tía. Tampoco estaba la última... pero las otras dos sí me reconocieron. Me decían 'Papá Igue' y me regalaron una tarjeta de navidad que habían dibujado y fueron a despegar de la pared de su salón.

Ellas nunca supieron que casi lloro después que se acercaron esa última vez que nos vimos y me preguntaron si yo era Miguel. Tampoco lo mucho que significaron en esa etapa de mi vida.

Me pregunto si recordarán, aunque sea vagamente,
escalar por mi espalda, trepar por mis ramas
y esa sensación de volar, mientras veíamos al mundo dar vueltas,
muchas vueltas.

Un gran abrazo, donde quiera que se encuentren,
y buena vibra mis hijas, buena vibra siempre.


Miguel.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Ven, quiéreme.

Ven y quiéreme,
lo necesito, te necesito.
Ven y abrázame,
dame un beso y quédate así,
sin despegarte.

Ven y quiéreme,
por favor.
Quiero sentirte cerca,
quiero sentir que te hago bien,
tú me haces tanto bien.

Ven e invádeme,
aplástame,
corrómpeme,
y después, si quieres,
deshazte de mi...
pero primero llega,
antes que todo, ven
y quiéreme.

Miguel.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Ella.

Hay una tina en medio
de mi sala de estar.
Repleta hasta el borde
de mi agua salada,
tú eres el mar.

En ella nado y me sumerjo.
Viajo hasta el fondo,
donde abro los ojos,
me ahogo y me quedo quieto,
así, sin respirar.

Shh... quieto,
Shh... en silencio...
quizá el mar, esta vez, pueda llegar.


Miguel.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

- Setas al Romero -

Siempre había visto a las señoras vendiendo el montón de setas, mi hermano me contó que comió sopa de setas, y que era deliciosa.

Hoy en el metro estaban vendiendo, me regresé a contracorriente y compré una bolsa...
- Llévese las dos por 20.
Me dijo la señora, con un gesto entre animándome y chantajeándome con su carita triste, sólo le quedaban esas dos. Con gusto le habría comprado ambas... pero ni siquiera tenía idea de cómo prepararlas y, además, era mucho en una sola bolsa para mi solo... triste realidad.

Le expliqué que nada más me las iba a cenar yo, que con una tenía suficiente... pero no me entendió. Capaz que terminaba contándole mis desventuras en el amor y que llevo meses sin novia, que nomás no se dejan o que, si no, yo la cago... en fin...
Mejor le pagué y me fui. (Pensando en mis desventuras en el amor, los meses sin novia, etc.)

Confieso que una vez arranqué una seta de un tronco y me la comí, de hecho creo que fueron dos veces, je. Y que, hasta hace poco... me intrigaban mucho los champiñones, setas y cosas así, la textura, sus formas, siempre me recuerdan las clases y taller de biología, me daban mucha curiosidad y punto... así que develé el misterio y me comí un champiñón enorme, crudo. Me sorprendió la sensación al masticarlo... su sabor como a tierrita o lejanamente a madera... el pensar que muchas cosas toman el sabor de lo que se alimentan... el saber que en su gran mayoría no son más que agua... en pensar en formas de vida, concepciones de organismo, tan diferentes y mal comprendidos...

Y aquí nos tienen, a la bolsa llena de setas y a mi separándome de la cotidianeidad para admirar las figuras suaves que se forman en ellas... como árboles... bosques irreales que surgen de un mismo punto... cuevas, branquias extraterrestres... ni idea de qué hacer con ellas, mas que probar algunas así tal cual.

Al final... se me ocurrió prepararlas con un poco de cebolla, salteadas en aceite de oliva...
y el toque final: tomé unas hojas de mi plantita de romero, las dividí en pedazos pequeñitos y las fui distribuyendo un poco antes de apagarle al sartén. Lo tapé y esperé a que enfriara un poco (y que el vapor encerrado hiciera su magia).
Me encanta la expectativa justo antes de servir... el descubrir algo distinto debajo de la tapa a lo que uno vé justo antes de que todo quede cubierto... y ahi estaba, la cena lista.

Era lo que le faltaba, un toque verde a mi bosque pálido.

Pero me faltaron tres cosas... alguien con quien compartirlo y dos coronas, una para cada quien.

Provecho!


=)

martes, 24 de noviembre de 2009

...Cuando de repente baja Dios y te apapacha.

Otra vez sin dormir, corriendo al trabajo, pagando taxi hasta Polanco... qué tráfico tan horrible... me siento mal, tarde otra vez... por qué los sentimientos tristes acosan cuando uno está estresado y débil? ya no quiero pensar en nada, estoy cansado de todo... y, encima, el taxista se equivoca... tengo que cruzar por el puente peatonal...

Y ahí está.


Photobucket

No más quejas, sólo silencio... Hacía mucho que no me sentía así de bien. Gracias por ese cielo tan extraño... tan inesperado. Qué tonto es olvidar lo fantástico de cada detalle; perder la noción de que, en realidad, todo está bien.

La forma de las nubes fué como una caricia sobre el cabello. Sonrisas, muchas sonrisas.
Me gustan las sorpresas, éstas sorpresas.

=)

lunes, 23 de noviembre de 2009

Fotos, al fin.

Tengo una cámara digital... siempre quise una! (bueno, honestamente, no siempre).
Es sumergible hasta 30 metros, aguanta frío, nosecuántos kg de presión, caídas hasta de 2 metros... su función "Beauty" te detecta la cara y le hace un blur para quitar brillo y disimular imperfecciones, como si trajeras maquillaje... y prácticamente nunca me he tomado fotos a mi mismo, jojojo...

Bueno, el caso es que es la primer foto que pongo en el blog, flojeando con mi amigo Wall-e cantador (al fondo) en nuestra Beatles night, Tonight! Al fin y al cabo que tengo doscientos pendientes de trabajo y no voy a dormir.

Me gusta imaginar que los cojines son como un paisaje de montañas bajitas, o un mar con olas un poco altas... que las líneas son selvas, plantíos, ríos, y todo lo que yo quiera: Lucy in the sky with diamonds, Pennylane... qué diablos, definitivamente: Happiness is a warm gun.

Me gusta sonreír.

Photobucket




(PD.: No usé "Beauty" en mi mismo, así soy de guapetón, jojojo...
I am the walrus! )

sábado, 21 de noviembre de 2009

- El pedo es... -

Sí wey, estoy pedo, pero eso no importa.

El pedo no es estar solo, sino no encontrar a alguien.
El pedo no es la mano que él pone en su cintura,
es el pulgar de ella que se mete debajo,
son sus dedos que se acomodan casi entrelazados...

El pedo, es que nos cogimos antes de que se fuera,
son las putas ilusiones que tenía en la cabeza.
El pedo es que, después de todo, me sentí usado.
¿Y quién putas no usa a los demás?
yo lo hago todo el tiempo.

El pedo es estar así, esperando sin tener derecho a hacerlo.
Deseando dejar todo atrás,
matar toda esperanza... sin hacerlo.

El pedo es esta pinche soledad y los recuerdos.
Es preferir estar solo pero necesitar compartir tantos momentos.

El pedo es chocar con tantas versiones,
tantos intereses y que nada sea cierto.

El pedo es esta triste y vacía verdad.
Es nunca encontrar el momento.
Que nada pase, estar así de atrapado.

Es jugar o morir en el intento,
el pedo es que todo sea un juego.

El pedo es tener que trabajar en sábado,
y estar en la madrugada como pendejo.



=/



(...y el pedo es que yo quiera escribir lo que me dé mi pinche gana... y que nadie pueda entenderlo).


Pinche orgullo pendejo, ese es el pedo.





.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Una fotografía.

Regreso a casa y recorro la ruta de mi antebrazo izquierdo,
viajo entre guantes para el frío y el tráfico de mi respiración.
Camino un poco y, al final del túnel debajo de mi frente,
la veo.

Sus dedos entrelazados con los de él,
sendero estrecho contra su espalda,
que corre hasta llegar al valle de sus caras,
y sus sonrisas, manantiales de complicidad.

Regreso por donde vine,
apresuro el paso intentando no ser notado.
Cruzo el puente entre clavículas,
acelerando en las luces rojas de cada parpadeo...

Tropiezo en el empedrado de mi voz
y se rompen todas las ventanas de mis ojos.

Me corté los pies con los vidrios rotos,
y así llegué al final de ésta calle: Ilusión.

Encontré una fotografía al final del primer túnel,
justo frente a mis ojos... la realidad.





Miguel.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Cualquier día.

Un día se te acabó el coqueteo.
Un día dejé de sorprenderte,
de gustarte, emocionarte.

De pronto ya no me mirabas,
tenía yo que buscarte e insistir,
una, dos, tres veces.

Comencé a escuchar tus pasos
seguir de largo, ya no más hacia mi.
Dejamos de hablar,
no más risas, ni pequeños mensajes.

Un día, regresé a ser un extraño,
cualquier otro, sentado al otro lado donde tú estabas.
Ese día, mi mano encontró a la tuya inmóvil, fría...
no la pudo revivir.

En los días que siguieron
te vi surgir entre tanto silencio,
te reconocí y a tu aura brillante,
a la fuerza de tus ojos
y tu boca.

Te vi deslizar de nuevo tus manos,
Reir y besar,
hacer fiesta y disfrutar cada gesto,
cada detalle.
Dirigir tu alma en la misma dirección que tu mirada.

Pero no hacia mi.
Nunca más fué hacia mi.
Sigo siendo ese extraño,
que te mira desde una noche antes
de ese día, cualquier día.



Miguel.

martes, 3 de noviembre de 2009

El amor no existe.

Es un hecho: el amor no existe.
Es una basura idealista bombardeada a diario en nuestra cabeza,
en forma de publicidad, presión social, presión personal...
Es un disfraz puesto sobre nuestros miedos más elementales.
Una botarga de corazón.

Nadie conoció al amor de su vida y fué feliz para siempre,
nunca alguien se enamoró y duró así hasta el último de sus días
(a menos que se haya enamorado en su lecho de muerte).
Las parejas se pelean, se gritan...
Llora el uno con el otro hasta muy de madrugada.

El amor no existe, todos perseguimos nuestros intereses,
nos ligamos por guapos, por buenos, por chingones...
- a mi me gusta que sea por las tres al mismo tiempo, si no: No -

Nunca nos vimos a los ojos y vimos una vida al lado del otro,
y jamás sabremos cuándo es "la buena" en el momento que lo estemos viviendo.

Nos gusta engañarnos y encerramos en esta cajita rosa,
cometer el mismo error una y mil veces,
imaginando cómo el amor "va a llegar" así nada mas.
Creyendo al otro perfecto para nosotros...
Creyéndonos el único e irremplazable para el otro...
nadie en el mundo lo es.

Ya no creo en el amor, no de ese modo.
Es una convención social, un protocolo.
Esta aburrida estructura de condiciones y exigencias.
Nos lo inventaron y lo seguimos al pié de la letra.

Pero es real.

No es la botarga roja bailando sobre un campo de flores,
con una caja de chocolates.
Existe en un plano que a veces despreciamos,
al negarnos a nosotros mismos dentro de un tonto ideal.

Son reales las emociones, que siempre vienen y van.
También las intenciones, el querer y disfrutar estar.
No voy por los detalles, sino por el sentimiento que hay detrás.

Y las sensaciones,
lo rico de despertar abrazados,
el verse a los ojos sin hablar.
Pasar el día desnudos,
no hay nada como ese nivel de intimidad.

El amor no existe, como tal, pero sí... estoy seguro que es real.
Cuando me tomas de la mano y sólo pienso en una palabra: incondicionalidad.



Miguel.

jueves, 22 de octubre de 2009

¿Qué sueñas?
¿En qué piensas cuando sonríes sin hablar?
Si miras el atardecer, ¿sueles recordar?

Tú,
¿De qué está hecha tu mirada?
Si caminas, cruzas calles y escenarios,
te detienes... ¿qué ves cuando miras hacia arriba?
Cuando cantas, cuando ríes...
o si lloras...
¿te puedo acompañar?

¿De qué estás hecha tú, toda tú?
cuando no puedes dormir por las noches,
cuando bailas y se devanece el mundo alrededor.

¿Qué ingrediente tiene tu voz?
¿De qué color son tus abrazos?
¿A qué saben tus silencios?

Me llenas de curiosidad.
Tú, de quien no sé nada,
y por quien, al fin, me atrevo a preguntar.



Miguel.

martes, 20 de octubre de 2009

Piernaza.

Moretoneada,
como tu corazón en reposo.
Llanto y canto del infortunio inesperado,
de un falso destino que poco a poco se disuelve.

Sonrisa que se despierta
de un sueño con medias luces,
mirada que de nuevo se eleva.

Regálame una nota y seré tu muleta.
Apóyate en mi.
Piernaza moretoneada,
que de pronto vuela.

=)

martes, 13 de octubre de 2009

Quiero amar, amar mucho.

Debo confesarlo, el fin de semana no quise ver a nadie.
Quería aislarme, pasar un rato conmigo.
Después del quehacer, estuve casi dos días recostado, pensando.
En algún momento al azar escuché una frase como:
No esperes mucho de los demás, pero espera mucho de ti mismo.
y coincidió con otra parecida, que vino a rematar, algo como:
No te preocupes por recibir algo de los demás, sino preocúpate por lo que tú eres capaz de dar.

Frases que he escuchado mil veces y que nunca les había dado importancia,
pero que de pronto se aparecieron juntas, qué raro.
Regresaron una y otra vez a mi mente, rebotando en el edificio de enfrente,
en el diseño textil de mis cojines, en el hueco relleno con los cables del foco,
en cada momento que se hacía un espacio entre los sonidos de la calle.

¡Qué hueva!

Pero qué hueva yo: de pronto me dí una hueva enorme.
Ahi, desde donde me reflejaba el sol en el ala de un boeing agarrando pista,
de pronto volteé a verme hacia abajo.

Qué hueva Miguel, en serio.
Esperando el amor y que suceda algo bajo la decisión de alguien más...
que está decidida a no amarte, a seguir su vida.

Y sí, la respeto, la quiero. ¿Por qué no?
Si. ¿Por qué no? Pero, también...
¿Por qué me quedo sentado esperando, a que llegue y se aparezca en la puerta?
o ¿Por qué no la respeto bien y me voy olvidando del asunto?
Ya wey, si no la dejas ir, como sea, tampoco la dejas ser libre del todo.
Posteándole poemas, llorándole tres veces por semana.
Tristeando a lo tonto, nada más.

Hasta entonces pensé lo incómodo que quizá he podido llegado a ser.
Wuops, qué pena. No era mi intención.

Yo quiero estar bien, compartir estos ratos tan a gusto,
esta nueva etapa donde todo pinta bien, donde en realidad no tengo de qué quejarme.
Y, sin embargo, vivo - encorvado - como cochinilla.
Sí. Es feo de repente pasarse la tarde sin pronunciar una sola palabra,
es peor cuando llega el fin de semana o esos ratos en los que necesito reactivar el habla
y paso un rato tartamudeando, sintiendo cómo se me enciman las ideas y palabras.
Tanto que decir.

Y horrible es tener buena memoria, no perder detalle de cada pequeño momento que pasamos juntos. No poder evitar relacionar las miras del pasado con los hechos de mi presente, y ya no poder compartirlos como era su meta original. Triste, pero no fatal... y muy aburrido: que ya se termine todo eso.

Yo quiero amar, amar mucho.
Enamorarme de nuevo, sentir otra vez todos esos cosquilleos y las manos frías.
Y no tener ojos para nadie más. No los necesito, mejor ciérralos conmigo
y nos reconocemos con las manos, los labios, con toda la piel.

Ahora, justo ahora.
Porque ya no me da miedo decir que estoy perdidamente enamorado,
ya no me da pena ser un bobo cursi y aceptar que sí, que quiero vivir el amor de mi vida.
Sin esconderme y esperar que se sobreentienda. No, quiero decirlo abiertamente
y ser un ridículo consentidor como todos esos de los que luego me burlo.

Hay que inventar una canción al respecto, yo toco las notas graves y tú las agudas... contarnos historias, pintarnos detalles en la espalda. Encender velas y cocinar juntos, o amanecer abrazados en la playa. Hay que hacer todo lo que los novios hacen, yo quiero hacer todo lo que nunca he hecho.

Quiero sentir de nuevo unos brazos alrededor de mi.
Sentir el click, que estoy y que este es mi lugar.
Y yo, dejaré de esperar que llegue así de la nada,
porque yo tengo mucho qué dar.

En cada etapa de mi vida, siempre vino algo mucho mejor,
mucho más grande, mucho más importante,
que me sorprendió y brilló sobre todo lo demás.

Por fín me siento listo,
ésta es mi búsqueda y yo,
quiero amar, amar mucho.


Miguel.



















,

miércoles, 7 de octubre de 2009

Encorvado.

Encorvado está mi espíritu
y mi cuerpo cuando llego solo a casa.
Me rindo sobre la cama
y mis ojos no se cierran sino que se hunden
en una suave sensación de caricias,
pero imaginarias.

Mi cuerpo y mi espíritu tan encorvados
que me cierran la garganta con su peso.
De tanto ver el mundo hacia arriba
mis manos yacen igual, indiferentes.

Lloro una lágrima hacia el centro de mi frente
y siento mi corazón golpear contra mi cuello.
Quisiera decir algo, pero el pecho me cubre la boca,
me amordaza.


Miguel.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Paraíso. (De mi diario personal)

En la tierra estamos condenados al tiempo,
atados, sujetos a vivir en el momento y orden
decididos por alguien más o, peor aún,
por absolutamente nadie.

En la tierra estamos, pero no siempre somos.
A veces fuimos o, quizá, seremos.
Vivimos extrañando o deseando ser.

Vivimos y vemos todo desde el interior de nosotros mismos.
Pocas veces logramos atravesar esa visión.
Nos asomamos al mundo por una ventana demasiado pequeña,
de por sí ya muy opaca.

Imagina al cielo, el paraíso,
como la liberación de todas esas condicionantes.
Fuera del tiempo, de los prejuicios,
del miedo y del rencor.

Imagina poder ver a cada uno, comprenderlo,
abrazarlo en su mejor momento.
Imagina descubrir una inmensa belleza radiante,
en cada persona que ha cruzado por tu vida.

Poder entender todas las razones,
poder perdonar todos los errores.
Y vernos tal y como somos, en plena libertad.

Felicidad,
más allá de nuestros límites,
fuera de cualquier precepto.


Miguel.

domingo, 30 de agosto de 2009

- Reset -

Junto al Power solía haber otro botón,
en aquellas otras épocas en las que presionarlo era cosa simple,
una y otra vez, cuando algo salía mal.
Morirse no era el final, ni siquiera cuando el juego se trababa...

Reset y ya.

Ahora el botón viene más escondido,
o será que uno se aferra al mismo juego.
Ya sin vidas, desesperado, sin saber cómo terminar el nivel.
Game over. ¿Cómo se mata a ese Malo?
Game over. No, lo voy a terminar.
Game over: ya no se puede seguir jugando,
tampoco se puede apagar.

Es el juego que se volvió un todo
o nosotros que nos volvimos tan poco.
Resetear se convirtió en un largo proceso...
dale al rojo, Cancelar, No...
o al círculo, Abandonar juego, Salir...
Una y otra vez, en cada pregunta,
en cada decisión,
hasta regresar al inicio.

Entonces ya puede uno cambiar de juego,
o decidir si se empieza de nuevo,
aunque pareciera un juego eterno...
los eternos somos nosotros.

Hablando de eternidad,
te descubro de repente
y sigo viendo la misma esencia.
Tan auténtica y de verdad.

Hablando de eternidad,
dale Reset y ya.

=)

Miguel.

viernes, 28 de agosto de 2009

Libertad. (El debraye)

Peor que ser nuestra propia prisión, es mantener cautivos a los demás.
Crear diminutas celdas en nuestra mente y encerrar en cada una a alguien.
Mantenerlos ahi, inmóviles y a nuestra disposición, como si eso fuera todo.

No nos importa el tiempo, ni los lugares, ni siquiera todas esas cosas que ellos mismos nos dicen.
Son nuestros prisioneros, atrapados en nuestra ridícula cárcel, con ciegas paredes de miedo.
Miedo al mundo, al desprendimiento, a la pérdida... a la soledad.

Y ahi están, todas esas caritas de fotografía acartonada, asomádose entre los barrotes.
Queremos que siempre tengan para nosotros ese vivo recuerdo de otra época,
esperando que esa persona siga siendo siempre la misma que alguna vez fué
para y con nosotros.

He sido un carcelero bastante tonto, y por demasiado tiempo.
Nunca lo noté hasta que me sentí atrapado por alguien más.
Hasta que sentí que alguien disponía de mi, en una forma en la que ya no soy.
Más aún, lo hacía de forma casi autoritaria; exigiéndome algo que, después de tanto tiempo, me resultó completamente ajeno, chocante y casi ofensivo hacia mi crecimiento y experiencia personal.
Eso me ha causado tanto rechazo, que evito a toda costa esas situaciones y a esas personas,
por más que las quiera y formen parte importante de mi vida.
Sólo así comprendí el rechazo y distanciamiento que algunas veces he recibido y sufrido mucho.

Noté que he sido tan egoísta y me ha costado reconocerlo,
es difícil dejar que todos se vayan volando,
ver que todo fluye y que nadie es imprescindible.
Empezando por uno mismo.

He mantenido encerradas a las personas que más he amado,
por el miedo a ser rechazado, me mandé solito lo más lejos posible.
Con el tiempo, me olvidé de preguntarle ¿Quién eres?
¿Qué quieres? ¿Hacia dónde vas? y, ¿Cómo puedo ayudarte?
Me impedí ver y admirar su evolución como ser humano,
tener el valor de mantener los ojos abiertos
y ver florecer al otro justo frente a mi.

Mi pretexto siempre fué el amor.
Un amor desproporcionado, "incondicional".
Que, después de todo, sigue de pié.
Despidiendo a hermosas aves,
asintiendo con la cabeza mientras vuelan;
realmente no importan las lágrimas,
también de felicidad se llora.

Una felicidad sincera,
una alegría tan desconocida que ahora me toca explorar.
Y comienzo por preguntarme:
Miguel, ¿Quién eres?
¿Qué quieres?
¿Hacia dónde vas?
¿Cómo puedo ayudarte?..

=)


Miguel.

miércoles, 22 de julio de 2009

Libertad.

Me disuelvo y no pienso otra cosa
que dejar de ser.

Libertad.



Miguel.

viernes, 10 de julio de 2009

Ceguera.

Camina de frente con los ojos cerrados
hasta chocar con alguna pared
o tropezar y caer al suelo.

A veces algo inesperado
nos hace conscientes de lo ciegos que somos.

Hoy traté de revivir a un hombre,
y me vi reflejado tratando de revivirme a mi mismo.
Miré justo un año atrás,
me vi tratando de revivir ese amor enorme y deshecho...

Al final, alguien más terminó diciéndome que no había nada qué hacer.

Quizá nunca lo hubo.

Me ví a mi abriendo los ojos,
entre dos espejos y repeticiones sin fín.

Hoy que la hipocresía sonríe, pero de mi lado.
Ahora que me callo y sigo observando,
que también miento,
soy indiferente.
Hoy que ya no soy como era antes,
que simplemente ya no me importa.

Comienzo a ver qué pendejo he sido tanto tiempo.
empiezo a asimilar la hipocresía y la mentira
como una práctica recurrente e inocua
si a nadie le importa, a nadie puede hacerle daño.
Nadie se preocupa por alguien más,
más que por sí mismo.

Nadie sufre por alguien más,
mas que por su propio miedo y orgullo.

Desde ese momento,
vengo conociendo que todos engañamos a todos
bueno... lo sé desde siempre,
pero también me engañaba a mi.

Y esas miradas, esas pausas, las actitudes sobreactuadas...
cuántos engaños atrasados vengo a descubrir con el tiempo.
Y yo pensando que debía ser completamente honesto, sincero,
congruente... aunque claro que también mentía.
Pero de una forma más tonta.

Me veo hacia atrás, ahi.
Con mi moral de papel,
como monografía de primaria.
Con mis ideales, mis sueños, mis principios...

Y me admiro.

¿Qué puta madre pasó con el amor?
La vida se vá, así como así.
Se nos va entre un montón de pendejadas.
Y hoy ya no sé,
si debo seguir dando compresiones,
aguantar el asco de darle insuflaciones a un rostro frío y cianótico,
o dejarme morir.

Estoy cansado. De una y otra vez el mismo ciclo predecible.
Ya no puedo mas que ver siempre un doble juego...
Que quiero empezar a confiar.
Necesito confiar de nuevo, con los ojos bien abiertos.
Y de nuevo todo comienza...

Te necesito para romper los espejos.


Miguel

Perdón, yo no soy tan divertido.

Puedo deshacerme en carcajadas
tirarme al suelo y llorar de alegría,
pero siempre se me olvidan los chistes
y soy un tronco tartamudo para contarlos.

Cuando tengo que inventar algo,
cuando estamos mirándonos a los ojos.
Prefieron quedarme así y decirlo todo con una sonrisa.
La verdad es que las palabras huyen de mi como peces veloces.
No alcanzo a agarrar uno.

Y es así que luego no sé de qué hablar
a veces prefiero escuchar e imaginar cada palabra que me dices.
Me cagan las bromas de machito, los comentarios faroles,
y me fijo en los detalles más insignificantes
que para mi tienen mucho de bellos.

Que no sé de autos, de tiendas, perfumes,
accesorios, antros, whiskey... no sé un carajo de todas esas estupideces.
No sé bailar mas que como chango loco,
aunque me muero de ganas de aprender salsa y tango.
Ni siquiera sé manejar.
Nunca he ido a Europa, ni salido de México...

Que sí, la pena me pasa a chingar,
aunque siempre me termina valiendo madre.
Y también, que soy un simple,
un inadaptado, un equis.
No tengo estilo ni pretenciones vacías.

Sólo busco ser feliz,
pero no así, mi vida.
Perdón, yo no soy tan divertido.

Have fun.

miércoles, 1 de julio de 2009

Disculpas a la chica de paquetería.

Es de pelo chino, castaño claro.
Con acné y unos ojos chistosos
de esas chicas que no son bonitas,
pero que te ganan por su actitud y su sonrisa.

Mil disculpas chica, pensé que te habías robado mi cel.
¿Por qué lo habrías hecho? si está bien viejito y rayado.
Pero la verdad es que soy bien wey.
De seguro yo dejé la mochila abierta por descuido
y el cel... bueno, con la pena del mundo, lo había guardado en otro lado.
Ya te iba a reclamar hoy, con todo y mi ticket para demostrar que había ido ese día.

Perdón por la mala vibra, si te llegó o no.
Buena vibra siempre.

Yo.

lunes, 29 de junio de 2009

El corazón, que no me deja.

Cuando me quede callado observándote,
no me preguntes ¿Qué miras?
será que al fín te he encontrado
y que por un segundo todo se detiene.
No habría manera de responderte.

Si sonrío sin explicaciones,
me tomas de la mano y lloro,
no pasa nada raro,
también de felicidad se llora,
cuando por fín todo florece
y la emoción fluye en forma de caricias.

martes, 23 de junio de 2009

incompleto1

Sostengo el tiempo con mis manos,
soy feliz de sentir, pero triste por el vacío.

Un amante que da consejos para un buen matrimonio,
un cabrón enfermo de nostalgia...
soy mis mejores sentimientos
rodeados por un abismo.

domingo, 14 de junio de 2009

Hastío

A veces siento que nada tiene sentido ni razón de ser.
Que nada me va a llevar a ningún lado,
entonces, ¿para qué esforzarme?
si todo va a seguir igual..

Qué caso tiene todo?
me siento tan hundido
avergonzado de mis tontitas fantasías
molesto y decepcionado.

Tomo un baño con agua fría y sigo,
sin pensar, sin cuestionarme...
dejo que todo siga pasando.
Callado, cerrando de vez en cuando los ojos.
Evitando ver las manecillas del reloj,
de cualquier reloj.

Duermo sin querer ir realmente a la cama
y, en la mañana, recuerdo que no debo pensar...

Que estoy jodidamente solo.
Que nada tiene caso si no puedo compartirlo.
Que esta puta soledad me está matando.

¿Acaso ya debería de estar acostumbrado?
a quién diablos le importa.

Llora y cierra los ojos.
Ciérralos una vez más.

viernes, 12 de junio de 2009

- Lo logré.

Por fín lo logré. Por fín pude destrabarme, quitarme la pena, dejar de evadirme...
y escribí mi primer canción, completita!

Desperté y tenía el primer verso, el dia anterior había hecho un boceto de la letra, tenía hasta el tono y fue saliendo poco a poco... Creo que me fusilé inconscientemente partes de varias canciones que me gustan, pero me imagino que así pasa.

Es una canción sencilla, bastante cursi ahora que reviso la letra, pero a mi me hace llorar, justo a la mitad. En inglés... porque todavía se me hace super difícil el Español, el nuestro es un idioma mucho más fregón y sutil, preciso, poca madre... pero me cuesta, me cuesta un buen, lo voy a fijar como el reto que sigue.

Es una catársis con mucha nostalgia. Un regalo especial de cumpleaños. En parte de despedida, en parte porque suelo extrañar mucho... y también como un pequeño homenaje a los pequeños momentos, a veces tan cotidianos y repetitivos, pero que a final de cuentas se convierten en los recuerdos más bonitos.

Ésta es la letra -salvo algunas correccioncitas pendientes- la estreno el sábado (por obvias razones).



Bring the shades
the thousand sparkles in your eyes
I'm sitting silent, in your car.

Golden sun
golden sun is shinning bright
It blooms around your face and I
can't believe i feel so alive.

We travel.
We're past.
I am hidden in your car.

Let's kiss until the green light
...stop and then you take my hand
you stop and then you take my hand.

We travel.
We're past.
Drive me somewhere safe and I
promise i will make you smile.

Together
we laugh.
We're leaving everything behind.
We like to tickle all the time.

We travel.
We passed
the afternoon in your car.

We travel.
We pass
afternoons in your car...

afternoons in your car.



PD.: ya se me había olvidado... sí la subí ese sábado, una primera versión. Ya trabajaré en algo más elaborado (y ensayado, jaja) saludos.


miércoles, 27 de mayo de 2009

- Ringtones!

Para desperdiciar el tiempo de la oficina en algo productivo (Sí, eso es posible).
Hice dos ringtones en el Live que desde hace tiempo quería ponerle a mi cel. La noticia del dia es que aunque viejito viejito, mi cel trae DienteAzul y ando como niño con juguete nuevo.

Uno es el tema de Bailan sin Cesar, tal como lo vieron en el ringtone del cel de Tulio en la película de 31 minutos. Y el otro es el adornito que se escucha en Ready for the floor, de Hot Chip.

Se los dejo pa que los usen y su cel suene bien padrrrre como el mío!

Besitos.

Miguel.

http://www.esnips.com/doc/4337c4bf-fb4b-4964-9f69-e8551a723dfa/Ringtones1

martes, 26 de mayo de 2009

- Pedacitos de luz -

Hay momentos, pequeños instantes,
que nos hacen respirar de nuevo.
Que nos recuerdan que estamos vivos,
nos llenan de emoción.
Como cuando éramos niños.

Pequeños momentos, casi como destellos.
Rectángulos de atardecer,
recortados y sobrepuestos por el destino.
Mirándote entre tantos y tantos obstáculos
pero alcanzando a verte.
Ver que también volteabas
y sonreías...
Luego levantaste la mano y te despediste.
Uno, dos, tres segundos...

No se necesita más,
para contagiarme de sonrisas,
todo el tiempo, de la nada.
Sentirme feliz, contento.

Sentir que estoy, aquí. Y no en cualquier otro lado.

Gracias. Muchas Gracias.

=)


Miguel.