lunes, 29 de junio de 2009

El corazón, que no me deja.

Cuando me quede callado observándote,
no me preguntes ¿Qué miras?
será que al fín te he encontrado
y que por un segundo todo se detiene.
No habría manera de responderte.

Si sonrío sin explicaciones,
me tomas de la mano y lloro,
no pasa nada raro,
también de felicidad se llora,
cuando por fín todo florece
y la emoción fluye en forma de caricias.

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