viernes, 10 de julio de 2009

Ceguera.

Camina de frente con los ojos cerrados
hasta chocar con alguna pared
o tropezar y caer al suelo.

A veces algo inesperado
nos hace conscientes de lo ciegos que somos.

Hoy traté de revivir a un hombre,
y me vi reflejado tratando de revivirme a mi mismo.
Miré justo un año atrás,
me vi tratando de revivir ese amor enorme y deshecho...

Al final, alguien más terminó diciéndome que no había nada qué hacer.

Quizá nunca lo hubo.

Me ví a mi abriendo los ojos,
entre dos espejos y repeticiones sin fín.

Hoy que la hipocresía sonríe, pero de mi lado.
Ahora que me callo y sigo observando,
que también miento,
soy indiferente.
Hoy que ya no soy como era antes,
que simplemente ya no me importa.

Comienzo a ver qué pendejo he sido tanto tiempo.
empiezo a asimilar la hipocresía y la mentira
como una práctica recurrente e inocua
si a nadie le importa, a nadie puede hacerle daño.
Nadie se preocupa por alguien más,
más que por sí mismo.

Nadie sufre por alguien más,
mas que por su propio miedo y orgullo.

Desde ese momento,
vengo conociendo que todos engañamos a todos
bueno... lo sé desde siempre,
pero también me engañaba a mi.

Y esas miradas, esas pausas, las actitudes sobreactuadas...
cuántos engaños atrasados vengo a descubrir con el tiempo.
Y yo pensando que debía ser completamente honesto, sincero,
congruente... aunque claro que también mentía.
Pero de una forma más tonta.

Me veo hacia atrás, ahi.
Con mi moral de papel,
como monografía de primaria.
Con mis ideales, mis sueños, mis principios...

Y me admiro.

¿Qué puta madre pasó con el amor?
La vida se vá, así como así.
Se nos va entre un montón de pendejadas.
Y hoy ya no sé,
si debo seguir dando compresiones,
aguantar el asco de darle insuflaciones a un rostro frío y cianótico,
o dejarme morir.

Estoy cansado. De una y otra vez el mismo ciclo predecible.
Ya no puedo mas que ver siempre un doble juego...
Que quiero empezar a confiar.
Necesito confiar de nuevo, con los ojos bien abiertos.
Y de nuevo todo comienza...

Te necesito para romper los espejos.


Miguel

No hay comentarios: