Y ahí está.

No más quejas, sólo silencio... Hacía mucho que no me sentía así de bien. Gracias por ese cielo tan extraño... tan inesperado. Qué tonto es olvidar lo fantástico de cada detalle; perder la noción de que, en realidad, todo está bien.
La forma de las nubes fué como una caricia sobre el cabello. Sonrisas, muchas sonrisas.
Me gustan las sorpresas, éstas sorpresas.
=)
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